27 ene 2010

Rigoberta Menchú

Desde muy pequeña conoció las injusticias, la discriminación, el racismo y la explotación a la que son sometidos cientos de miles o incluso millones de indígenas que viven en la pobreza extrema en Guatemala. Durante la violencia armada su padre, su madre, su hermano y varios miembros de su comunidad fueron asesinados por el ejército.

Desde joven se involucró en las luchas reivindicativas de los pueblos indígenas y campesinos lo que le valió persecución política y el exilio. En 1979, fue miembro fundadora del Comité de Unidad Campesina -CUC- y de la Representación Unitaria de la Oposición Guatemalteca -RUOG-, de la que formó parte de su dirección hasta 1992.

Gran parte de la popularidad le vino de su libro autobiográfico de 1982-1983 "Me llamo Rigoberta Menchú y así me nació la conciencia".  En su libro, Rigoberta explica cómo comenzó a trabajar en una finca de café a los cinco años, en condiciones tan pésimas que fueron la causa de la muerte de hermanos y amigos suyos, así como de la represión de la que fue víctima su comunidad por parte de terratenientes y miembros del ejército de Guatemala. Recibió cierta educación católica, cosa que la vincularía más tarde a colaboraciones con la Iglesia Católica.
Ya adulta, participó en protestas contra el régimen militar por sus abusos contra los derechos humanos. La Guerra civil de Guatemala tuvo lugar entre 1962 y 1996, aunque la violencia estalló años antes. La violencia la forzó al exilio a México en 1981. Aquel mismo año, su padre fue asesinado en la embajada española en la Ciudad de Guatemala mientras participaba en la ocupación de dicha sede diplomática. En 1991 participó en la preparación de la declaración de los derechos de los pueblos indígenas por parte de las Naciones Unidas.
Una vez finalizada la guerra civil intentó llevar a los tribunales españoles a políticos y militares por haber asesinado a ciudadanos españoles, y por genocidio contra el pueblo maya de Guatemala. Las acusaciones incluyeron al dictador, ex militar y ex candidato a la presidencia Efraín Ríos Montt.


El Premio Nobel le fue otorgado en reconocimiento a su trabajo por la justicia social y reconciliación etno-cultural basado en el respeto a los derechos de los indígenas, coincidiendo con el quinto centenario de la llegada de Colón a América, y con la declaración de 1993 como Año Internacional de los Pueblos Indios.
En la lectura del premio, reivindicó los derechos históricos negados a los pueblos indígenas y denunció la persecución sufrida desde la llegada de los europeos al continente americano, momento en que concluyó una civilización desarrollada en todos los ámbitos del conocimiento; también reflejó la necesidad de paz, desmilitarización y la justicia social en su país, Guatemala, así como el respeto por la naturaleza y la igualdad para las mujeres.




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